Nicolas Cage ha expresado una fuerte oposición al uso de la inteligencia artificial en la actuación, advirtiendo que cualquier actor que permita a la IA alterar su actuación se dirige hacia "un callejón sin salida". Argumenta que "los robots no pueden reflejar la condición humana", un sentimiento que compartió mientras aceptaba el premio al mejor actor por su papel en el escenario de los sueños en los Premios Saturno.
En su discurso de aceptación, Cage expresó su gratitud al director Kristoffer Borgli por su contribución multifacética a la película, pero rápidamente cambió el enfoque al aumento "inquietante" de la IA. Hizo hincapié en su creencia en la naturaleza irremplazable de la creatividad humana, afirmando: "Soy un gran creyente en no dejar que los robots soñen para nosotros". Cage advirtió que permitir que AI manipule las actuaciones incluso ligeramente podría conducir a una pendiente resbaladiza donde "toda la integridad, la pureza y la verdad del arte serán reemplazadas solo por intereses financieros".
Cage elaboró aún más sobre el papel del arte, particularmente el rendimiento del cine, como medio para "mantener un espejo de las historias externas e internas de la condición humana". Hizo hincapié en que este proceso requiere un toque humano, que AI no puede replicar, advirtiendo que la dependencia de la IA resultaría en el arte que "carece de todo corazón" y se convierte en "papilla". Instó a los artistas a "protegerse de la IA interfiriendo con sus expresiones auténticas y honestas".

La postura de Cage no está aislada dentro de la industria del entretenimiento. Los actores de voz, como Ned Luke de Grand Theft Auto 5 y Doug Cockle de The Witcher , también han criticado a la IA, particularmente su uso en la recreación de actuaciones sin consentimiento, lo que ven como una amenaza para sus medios de vida. Mientras que algunos cineastas como Tim Burton han hecho eco de las preocupaciones sobre el arte generado por la IA, otros, incluido Zack Snyder, abogan por adoptar la tecnología en lugar de resistirlo.